Los drones conquistan Wall Street: tres acciones que los expertos colocan en el radar

Un simple pero contundente memorando del secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, ha encendido los motores bursátiles de este sector. Y el mercado ha reaccionado como si ya escuchara el zumbido de las hélices.

UN MEMORIA DE UNA PÁGINA QUE CAMBIA LAS REGLAS DEL JUEGO

El pasado 11 de julio, Hegseth publicó el memorando titulado “Unleashing U.S. Military Drone Dominance”. Con apenas una página, el documento sacudió el tablero de la industria al anunciar la eliminación de las políticas que frenaban la producción de drones en EE.UU. “Estados Unidos se ha quedado atrás en la producción de drones frente al resto del mundo, y eso es inaceptable”, sentenció Hegseth.

Aunque el informe no detalla en exceso los cambios regulatorios, sí contiene un mensaje claro: el Pentágono quiere llenar sus filas de drones, especialmente de pequeño tamaño, baratos y desechables. Como resume Leo Miller, analista de Market Beat, “cada escuadra militar deberá contar con drones asequibles que se puedan sacrificar sin miedo a las pérdidas”.

RED CAT: LA PEQUEÑA JOYA QUE CONQUISTA AL EJÉRCITO

La primera beneficiada fue Red Cat, un modesto fabricante que vio cómo sus acciones subían un 26% el 11 de julio y otro 20% adicional el 14. ¿El motivo? Su modelo estrella, el Black Widow, ha sido elegido por el Ejército de EE.UU. para su programa de Reconocimiento de Corto Alcance (SRR). “Es el único dron aprobado por el Ejército para este programa”, recuerda Miller.

El punto de inflexión es que estos drones ahora serán clasificados como “consumibles” en lugar de “bienes duraderos”, un cambio burocrático que, en la práctica, autoriza a los soldados a desplegarlos sin reparos, incluso a riesgo de perderlos en combate. Con apenas 16,5 millones de dólares en ventas anuales, Red Cat parte de una base modesta, pero con un horizonte de crecimiento exponencial.

KRATOS: LOS DRONES DE COMBATE TAMBIÉN DESPEGAN

Aunque la orden de Hegseth se centra en drones pequeños, el efecto también ha alcanzado a Kratos Defense and Security Solutions, especializado en drones de combate de gran envergadura. La compañía registró un avance cercano al 12% el mismo día del anuncio. “Kratos no fabrica drones desechables, pero el giro estratégico del Pentágono abre la puerta a una expansión general del sector que también les beneficia”, explica el analista.

Kratos, que ya provee prototipos de drones-jet para entrenamiento y defensa, podría aprovechar esta ola expansiva si el Departamento de Defensa busca complementar su flota de pequeños drones con unidades de mayor alcance y capacidades.

AEROVIRONMENT: EL JUGADOR POLIVALENTE

La tercera en subirse al rally fue AeroVironment, que se anotó una ganancia del 11%. La empresa fabrica drones de distintos tamaños y, aunque solo parte de su catálogo pasará a la categoría de “consumible”, el impulso general al sector militar la posiciona como una "opción diversificada y sólida".

“El informe ha provocado un despertar inversor en todo el sector, y AeroVironment, con su gama variada, está bien posicionada para capitalizar el incremento del gasto en drones”, valora Miller.

RECOMENDACIONES PARA INVERSORES: OPORTUNIDAD Y VIGILANCIA

Para los inversores, el mensaje es claro: la administración Trump ha allanado el camino para la industria de los drones militares. Sin embargo, Miller avisa: “aunque el pastel será mayor, la competencia también será feroz; cada compañía tendrá que pelear su nicho”.

Las oportunidades de crecimiento son evidentes, pero el inversor inteligente deberá vigilar cómo evoluciona la política de defensa y qué empresas logran convertir el impulso regulatorio en contratos sólidos y sostenibles.

El Pentágono ha hecho su jugada y los mercados han respondido. Ahora el cielo y la rentabilidad pertenecen a quienes sepan pilotar con precisión en esta nueva guerra tecnológica.