Lagarde (BCE) defiende la integración regional para crecer "en un mundo fragmentado"
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha defendido una "cooperación regional más profunda" a medida que aumentan las tensiones geopolíticas y se fragmentan las cadenas de suministro mundiales.

Durante una coferencia organizada por el Banco Nacional de Ucrania y el Narodowy Bank Polski en Kiev (Ucrania), la banquera central ha reflexionado sobre el fortalecimiento y la integración de las economías "en un mundo cada vez más tormentoso y fragmentado".
En este sentido, Lagarde ha señalado que los argumentos a favor de la integración regional "son claros" y, en el panorama geopolítico actual, cada vez más fragmentado, "se han vuelto aún más convincentes".
Así, en primer lugar, ha hecho referencia a que la integración regional apuntala el crecimiento. "Las economías europeas son muy abiertas, lo que significa que un mundo que se fragmenta en bloques comerciales rivales plantea claros riesgos para la prosperidad".
Sin embargo, ha enfatizado que el socio comercial más importante de Europa es la propia Europa: alrededor del 65% de las exportaciones de la zona del euro se dirigen a otros países europeos, como el Reino Unido, Suiza y Noruega. "También para Ucrania, Europa es el principal socio comercial, representando más del 50% de su comercio de mercancías en 2024".
"Al profundizar los lazos económicos, vinculando más estrechamente a las economías vecinas, podemos reducir nuestra exposición a los shocks externos. El aumento del comercio dentro de nuestra región puede ayudar a compensar las pérdidas en los mercados mundiales", ha dicho la francesa.
En segundo lugar, Lagarde ha remarcado que la integración regional fortalece la resiliencia. "Una consecuencia de la fragmentación geopolítica es el realineamiento de las cadenas de suministro hacia socios de confianza. Casi la mitad de las empresas que participan en el comercio exterior ya han revisado sus estrategias, o tienen la intención de hacerlo, incluida la reubicación de partes de sus operaciones más cerca de sus hogares. Si bien esta tendencia reduce las dependencias estratégicas, también puede aumentar los costes".
No obstante, considera que las grandes regiones integradas pueden mitigar estos costes replicando muchos de los beneficios de la globalización a nivel regional. "Las cadenas de suministro pueden reorganizarse regionalmente, permitiendo que cada país se especialice en función de su ventaja comparativa dentro de las cadenas de valor regionales".
Con todo, la banquera central ha reconocido que una integración más profunda por sí sola no garantizará una convergencia amplia en todas las regiones. "Con el tiempo, los países tendrán que invertir más en educación, capacidades y digitalización para garantizar que puedan construir altos niveles de capital humano".
Por ello, estima que la mejor manera de que los países mantengan el impulso de las reformas es reconocer la importancia de mantener el apoyo público y, en la medida de lo posible, combinar las mejoras de la gobernanza con un enfoque en los sectores en los que tienen una clara ventaja competitiva, y en los que una integración más profunda con la región puede generar oportunidades de crecimiento significativas y rápidas.
En resumen, tanto para los actuales miembros de la UE como para los países vecinos como Ucrania, la integración regional es tanto un camino hacia la prosperidad como un ancla estratégica en un mundo cada vez más fragmentado", ha concluido Lagarde.



