La inflación de Reino Unido se dispara al 3,5% en abril, más de lo esperado
La tasa de inflación anual de Reino Unido alcanzó el 3,5% en abril, superando las expectativas de los analistas, según datos publicados este miércoles por la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS, por sus siglas en inglés).

Los economistas habían anticipado que el índice de precios al consumidor alcanzaría el 3,3% en los doce meses hasta abril.
La publicación de estos datos contrasta con la reciente tendencia de desaceleración de la inflación, ya que la tasa de aumento de los precios se redujo al 2,8% en febrero y al 2,6% en marzo.
La inflación subyacente, que excluye los precios más volátiles de la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco, subió un 3,8% en el año hasta abril, frente al 3,4% registrado en los doce meses hasta marzo y el 3,6% previsto.
En términos mensuales, el IPC aumentó un 1,2% en abril, en comparación con un aumento del 0,3% en marzo y con la estimación de un incremento del 1,1%.
Según la ONS, las mayores contribuciones al alza en la variación mensual de la tasa de inflación provinieron de la vivienda y los servicios del hogar, el transporte y el ocio y la cultura; la mayor contribución a la baja, que compensó parcialmente estas subidas, provino de la ropa y el calzado.
Los economistas ya esperaban este aumento, atribuyéndolo en gran parte al incremento del tope de precios de la energía —que limita el precio máximo que pueden cobrar los proveedores—, así como a varios ajustes puntuales, incluidos aumentos en los impuestos a las empresas nacionales introducidos en abril, las vacaciones de Semana Santa y el buen clima reciente.
El Banco de Inglaterra ya había anticipado ampliamente un aumento temporal de la inflación hasta el 3,7% en el tercer trimestre. Según el comité de política monetaria, este incremento se debería en parte al alza de los precios de la energía y a ciertos precios regulados, como las tarifas del agua.
Sin embargo, ese aumento previsto en la inflación no fue suficiente para impedir que el BoE recortara su tasa de interés clave al 4,25% en su última reunión a principios de mayo, dada la incertidumbre persistente en torno a la economía en general.



