Indra sube con fuerza ante las buenas previsiones para el gasto en Defensa
Indra ha subido con fuerza y se ha situado a la cabeza del Ibex este martes (+4,72%, 33,28 euros), debido a las buenas previsiones para el gasto en Defensa durante los próximos años. Sus acciones cotizan en máximos históricos y acumulan una revalorización del 90% en lo que va de año.

Los títulos de Indra han recibido un nuevo impulso alcista después de que la Unión Europea acordase este lunes lanzar un fondo conjunto para armamento valorado en 150.000 millones de euros, y que estará respaldado por el presupuesto del bloque comunitario.
La iniciativa permitirá a los países de la UE endeudarse con Bruselas y gastar en sistemas y plataformas de armamento mediante adquisiciones conjuntas.
La medida fue propuesta por la Comisión Europea a principios de este año como una forma de acelerar el rearme del Viejo Continente, una tendencia impulsada por la guerra de Rusia contra Ucrania y las exigencias del presidente de EEUU, Donald Trump, de que Europa aumente su gasto en defensa.
El fondo también busca ampliar el sector industrial de defensa de la UE tras décadas de declive, ya que se destinaría la mayor parte del dinero a empresas armamentísticas con sede en la UE. También se intentará fomentar que empresas de terceros países, como Reino Unido, EEUU o Turquía, se reubiquen en el Viejo Continente.
Esto último ha sido el elemento más controvertido de la iniciativa, con Francia liderando los esfuerzos para garantizar que la mayoría del dinero se gaste dentro del bloque.
Los socios comunitarios acordaron este lunes que los préstamos puedan destinarse a productos de defensa cuyo valor esté compuesto en al menos un 65% por componentes de empresas armamentísticas de la UE, Ucrania, Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.
Por otro lado, empresas armamentísticas de terceros países, como BAE Systems o Lockheed Martin, podrán representar un máximo del 35% del valor de compra, salvo que su país firme un pacto bilateral de defensa con la UE.
Por otro lado, la contribución de cualquier empresa no perteneciente a la UE en cualquier proyecto financiado estará limitada al 15%. Este porcentaje podrá elevarse hasta el 35% si ya existe una relación previa con el contratista principal de la UE o si dicho contratista "se compromete a estudiar, en un plazo de dos años, la viabilidad de reemplazarlo" por una alternativa dentro del bloque.