Hoteleras, aerolíneas y farmacéuticas recibirán una "fuerte paliza" si hay dudas sobre la vacuna
La noticia de día es esa decisión de la farmacéutica AstraZeneca de detener el ensayo de su vacuna contra el Covid-19 hasta que compruebe qué es lo que ha sucedido para que uno de los voluntarios haya presentado una reacción adversa grave.
La compañía cayó con fuerza en Wall Street en la pasada jornada, aunque ahora se recupera en el after hours, mientras que en Londres cede ligeramente. AstraZeneca ha explicado que está pausa es "rutinaria" y ha dicho que está tratando de acelerar la revisión de lo ocurrido para poder cumplir con sus plazos previstos del ensayo.
La noticia está impactando en las bolsas, aunque después de las fuertes caídas de la pasada sesión, hay una voluntad clara de rebotar y, poco a poco, se va desvaneciendo el impacto negativo de primera hora. Aun así, algunos expertos, como Naeem Aslam, director de análisis de AvaTrade, advierten de que, como lo que se ha visto en AstraZeneca se repita en las otras compañías que están luchando por alcanzar la vacuna (principalmente Pfizer y Moderna), hay sectores concretos que lo van a pasar muy mal.
Según Aslam, si esto se da en esas otras compañías, el optimismo que se está viendo en el mercado sobre la disponibilidad de la vacuna "probablemente de desvanecerá rápidamente". Si esto ocurre, este analista anticipa que el sector de la hostelería "sufrirá mucho dolor", y añade: "Es probable que las acciones de las aerolíneas y las farmacias reciban una fuerte paliza".
Lo que ha ocurrido con AstraZeneca tiene que ver con la forma en la que se está desarrollando esta vacuna contra el Covid: completamente contrarreloj. "Nunca hemos visto una vacuna disponible tan rápido en la historia de las vacunas. Por lo general, lleva años que una vacuna esté disponible, ya que las compañías farmacéuticas necesitan asegurarse de que una vacuna sea 100% segura", explica este experto.
Según una encuesta reciente del Foro Económico Mundial (FEM) e Ipsos, un 26% de los consultados no estarían dispuestos a vacunarse. La población es consciente de lo rápido que se está desarrollando el proceso y no se fía. "El 26% de déficit de confianza en la vacuna es lo suficientemente significativo como para comprometer la eficacia de su puesta en marcha", ha declarado Arnaud Bernaert, jefe de la configuración del futuro de la salud y la asistencia sanitaria en el FEM.
