Guindos (BCE) cree que el uso del dólar "no será cuestionado a corto plazo"
"El uso del dólar en las transacciones internacionales de financiación, pago y comercio, o como moneda de reserva, no será cuestionado a corto plazo. Sin embargo, el papel del euro puede ampliarse gradualmente, especialmente si nos comprometemos a más Europa". Es la opinión del vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, para quien lo que está en juego "nunca ha sido tan importante" para el Viejo Continente.

"El desmantelamiento de las barreras de larga data a la plena integración en el mercado único de bienes y servicios y la adopción de medidas decisivas hacia una verdadera unión bancaria y de los mercados de capitales no harán más que reforzar el papel internacional del euro", ha subrayado Guindos.
Asimismo, considera que para cumplir sus valores fundamentales, Europa debe cumplir el crecimiento a largo plazo y la resiliencia de su economía. La culminación de la unión bancaria y la profundización de los mercados financieros europeos son esenciales para una asignación más eficaz del capital y para beneficiar a los ahorradores. "También son esenciales para promover y retener empresas innovadoras, así como para atraer talento e inversión".
"Los bancos y los mercados de capitales no compiten por una cantidad limitada de oportunidades de inversión, sino que están estrechamente interconectados como parte de un ecosistema financiero más amplio que financia la economía real. Para pasar al siguiente nivel, necesitamos la integración en la economía real y la voluntad política de dar prioridad al proyecto europeo por encima de los intereses nacionales. No hay forma de evitarlo. Necesitamos avances decisivos en los tres frentes", ha reconocido.
En cuanto a los aranceles de EEUU, el vicepresidente del BCE ha afirmado que "los altos niveles de incertidumbre, los elevados riesgos derivados de las tensiones geopolíticas y las posibles perturbaciones en el comercio mundial hacen que las perspectivas económicas de la UE sean frágiles".
Hasta la fecha, para Guindos, la economía de la eurozona ha demostrado ser bastante resistente, respaldada por la fortaleza del mercado laboral. Dicho esto, ve posible que haya desafíos por delante, teniendo en cuenta el tamaño y la frecuencia de los shocks en un contexto de incertidumbre elevada.
"Si bien es imposible predecir exactamente lo que sucederá, estos acontecimientos pueden tener un impacto negativo en el crecimiento de la zona del euro. Por lo tanto, es importante que sigamos de cerca lo que está ocurriendo en la economía real, en parte como indicador temprano de las perspectivas de inflación. Con una inflación en torno a nuestro objetivo del 2%, las reformas estructurales y la política fiscal orientada al crecimiento se vuelven cruciales para fomentar la productividad y la competitividad en la UE", ha concluido Guindos.



