Gráficos que brillan: cuatro valores europeos que podrían romper al alza
Hay semanas en el mercado en las que no basta con mirar la pantalla: hay que leer entre líneas, descifrar las señales técnicas y reconocer qué compañías están a punto de mover ficha.

Prosus, ASML, SAP y CapGemini aparecen ahora como protagonistas de un tablero bursátil que, lejos de la rutina, ofrece la posibilidad de anticiparse a tendencias que podrían marcar el pulso del otoño financiero.
“El mercado siempre premia al que sabe esperar, pero también al que sabe reconocer un punto de inflexión cuando aparece en el gráfico”, recuerda Nicolás López Medina, director de Análisis de Renta Variable en Singular Bank.
PROSUS: UNA VENTANA EUROPEA HACIA CHINA
El holding holandés Prosus es algo más que un conglomerado de participaciones: es, en la práctica, un puente hacia China. Su joya de la corona es Tencent, la gigante tecnológica asiática que cabalga el auge de la inteligencia artificial en Pekín. La clave no es solo la innovación, sino también la comparación: “Las valoraciones de las tecnológicas chinas siguen siendo mucho más atractivas que las de Estados Unidos”, apunta López.
Desde un punto de vista técnico, la superación de los máximos de 2021 y del techo del canal alcista de los últimos meses sugiere que Prosus ha cambiado de ritmo. El mercado no siempre ofrece estas oportunidades: ahora se trata de un valor europeo que late al compás de la nueva China digital.
ASML: EL CORAZÓN DEL CHIP EUROPEO
Si hay una compañía capaz de encarnar el pulso de la tecnología en Europa, esa es ASML. Sus máquinas litográficas son la sangre que corre por las venas de Nvidia, Intel y del propio ecosistema de semiconductores. El reciente acuerdo entre Nvidia e Intel, en el que ASML figura como proveedor esencial, es más que un contrato: es la confirmación de que Europa sigue teniendo una pieza clave en el rompecabezas tecnológico.
“El tirón reciente en la cotización confirma que la fase correctiva que arrastraba desde 2024 ha quedado atrás”, subraya el citado estratega. El objetivo inmediato son los 1.000 euros por acción, aunque las perspectivas a medio plazo podrían llevarla más allá. No es solo un rebote, es el inicio de una tendencia que podría sostenerse en los próximos años.
SAP: EL GIGANTE ALEMÁN EN UNA ENCRUCIJADA
El software europeo tiene nombre propio: SAP. La compañía alemana se ha consolidado en la nube y, como otras grandes tecnológicas, juega sus cartas en el terreno de la inteligencia artificial. Pero no todas las trayectorias son lineales. Tras un largo ascenso, SAP ha caído hasta los mínimos de abril, un nivel crítico que podría ser el inicio de un rebote o la antesala de una confirmación bajista.
En Singular Bank lo ven con cierto optimismo: “Creemos que es más probable que la corrección esté cerca de terminar, por lo que una primera entrada en estos niveles es razonable”, señala López. Eso sí, con un stop de pérdidas por debajo de 210 euros para limitar el riesgo. La clave estará en superar los 283 euros, lo que abriría la puerta a un nuevo tramo alcista.
CAPGEMINI: ¿RENACER TRAS EL ESCEPTICISMO?
El sector de la consultoría ha sido señalado como una de las posibles víctimas de la inteligencia artificial. La narrativa dominante apuntaba a que la automatización restaría valor a las firmas tradicionales. CapGemini ha sufrido en bolsa desde 2024, pero quizá demasiado.
“Las valoraciones actuales reflejan un pesimismo excesivo”, defiende López. Técnicamente, el gráfico dibuja un posible doble suelo alrededor de los mínimos de abril, una figura clásica que anticipa un cambio de tendencia. Con un stop bajo los 115 euros, el potencial de rebote hasta los 150 euros convierte a la consultora francesa en una apuesta contracorriente, ideal para quienes creen que los mercados suelen exagerar los temores.
UNA LECCIÓN FINAL
Las cuatro compañías representan algo más que oportunidades concretas: son un recordatorio de que la bolsa no se mueve en línea recta, sino en ciclos, inflexiones y sorpresas. Desde el puente europeo hacia China de Prosus, hasta el pulso tecnológico de ASML, pasando por la encrucijada de SAP y el posible renacer de CapGemini, el inversor tiene ante sí un mosaico de jugadas posibles.
El mercado, como el ajedrez, exige paciencia y estrategia. Hoy las piezas están en movimiento, y reconocer qué valores reclaman atención es lo que separa la mera observación de la verdadera inversión.



