Ford sigue a Stellantis y retira guías por un impacto de 2.500 millones de los aranceles

"Dado los riesgos materiales a corto plazo, especialmente la posibilidad de una interrupción generalizada en la cadena de suministro de la industria que afecte la producción, la posibilidad de futuros aranceles o aumentos de aranceles en EEUU, cambios en la implementación de los aranceles, incluidos los mecanismos de compensación, aranceles de represalia y otras restricciones por parte de otros gobiernos, los posibles impactos relacionados en el mercado, y finalmente las incertidumbres de políticas asociadas con la política fiscal y de emisiones, la compañía ha decidido suspender su guía", ha señalado Ford en un comunicado.

Según ha explicado la firma de Detroit (Michigan),la compañía espera compensar 1.000 millones de estos costes mediante acciones de mitigación de riesgos, mientras que los mayores precios y el impacto en los volúmenes supondrán un golpe aproximado de 1.500 millones en sus cuentas.

El impacto de los aranceles se divide entre los vehículos importados y las partes automotrices, ha indicado Sherry House, directora financiera de Detroit. La compañía espera que las ventas de la industria en EEUU sean de aproximadamente 15,5 millones de unidades, unas 500.000 unidades menos en comparación con sus expectativas iniciales antes de los aranceles.

Ford no ha anunciado públicamente cambios significativos en sus planes de producción en América del Norte, pero ha tomado algunas medidas para mitigar los costos de los aranceles. Estas medidas incluyen dejar de exportar vehículos desde EEUU a China, ajustar las importaciones de vehículos fabricados en China y otros cambios logísticos. El fabricante ha precisado que tales ajustes redujeron en un 35% el impacto arancelario del primer trimestre, que fue de aproximadamente 200 millones.

Con todo, el impacto que prevé Ford sería notablemente menor que lo que espera General Motors. GM espera que los aranceles supongan un impacto en sus cuentas de entre 4.000 millones y 5.000 millones de dólares. Además, la semana pasada anunció que reducía su guía de beneficios y pausaba la recompra de acciones por la incertidumbre arancelaria. Ford importa menos vehículos que la matriz de Chevrolet, ya que el 80% de sus coches se ensambla en EEUU.

Asimismo, Stellantis, el otro gigante de Detroit, retiró la semana pasada sus guías de beneficio por estos mismos motivos. En un comunicado, el fabricante de Jeep destacó que la dirección "está tomando medidas para ajustar los planes de producción e identificando oportunidades para mejorar el abastecimiento" en el país. El pasado mes de febrero, Stellantis había dado una previsión para 2025 de un margen de beneficio operativo ajustado de un dígito medio, un crecimiento positivo de los ingresos y una generación positiva de flujo de caja libre.

Actualmente, los vehículos importados enfrentan un arancel del 25%. Aproximadamente la mitad de los autos nuevos vendidos en EEUU son importados, principalmente de México, Japón, Corea del Sur y Canadá.

De acuerdo con un informe de la firma de investigación Anderson Economic Group, los aranceles podrían aumentar los costes entre 2.500 dólares en el caso de los vehículos pequeños con un alto porcentaje de piezas estadounidenses y más de 20.000 dólares en el caso de algunos vehículos de lujo importados.

Esta publicación también estima un impacto de 30.000 millones de dólares para los consumidores estadounidenses durante el primer año de aplicación de los aranceles. Todo esto, añaden, tendría un impacto sustancial en la accesibilidad a la compra de vehículos, ya que los compradores ya se enfrentan a precios promedio de unos 50.000 dólares.

RESULTADOS

Esta circunstancia ha empañado las cifras de Ford que, pese a la reducción del beneficio, se han situado por encima de lo previsto. En concreto, la firma ha anunciado que sus ganancias ajustadas han ascendido a 500 millones de dólares, lo que sitúa el beneficio por acción en 0,14 dólares, muy por encima de los 0,02 dólares que esperaba el consenso.

Sin los aranceles, Ford ha dicho que estaría "en camino" de cumplir con su guía inicial, que incluye un EBIT de 7.000 millones a 8.500 millones; un flujo de caja libre ajustado de 3.500 millones a 4.500 millones; y gastos de capital de entre 8.000 millones y 9.000 millones.

“Los resultados del primer trimestre demuestran que el plan (de transformación) Ford+ [de transformación] está funcionando. Estamos transformando esta empresa en un negocio de mayor crecimiento, mayor margen, más eficiente en capital y más resistente", ha afirmado House.

Las operaciones tradicionales ("Blue") de Ford reportaron una caída del 3% en los ingresos (21.000 millones), así como una reducción de casi el 90% en el EBIT, hasta los 96 millones durante el primer trimestre. Su negocio comercial ("Pro") reportó una caída del 16% en los ingresos (15.200 millones), y el EBIT se redujo sustancialmente, hasta los 1.310 millones desde los 3.006 millones del primer trimestre de 2024. En cuanto al negocio de vehículos eléctricos ("Model e"), Ford redujo sus pérdidas a 849 millones.