Logo Bolsamania

Noticias

03/06/2025 17:10:09

El S&P 500 lanza una señal histórica: ¿camino despejado hacia los 7.000?

Sell in May and go away es una de esas frases lapidarias que cada primavera resucita en el ecosistema financiero. Pero este año, la sabiduría popular ha fallado estrepitosamente. El S&P 500 avanzó un asombroso 6% en mayo, convirtiéndose en uno de los mejores meses de mayo desde que el índice se creó en 1957. Y cuando eso ocurre, la historia sugiere una sola cosa: vienen curvas… pero al alza.

El S&P 500 lanza una señal histórica: ¿camino despejado hacia los 7.000?

Trevor Jennewine, analista de The Motley Fool, lo tiene claro: “Cada vez que el S&P 500 ha subido al menos un 5% en mayo, ha terminado el año siguiente más arriba. Y en cinco de las seis ocasiones, con subidas de dos dígitos”.

LA HISTORIA RESPALDA UN ALZA DEL 20 %

En los libros de estadística de Wall Street, hay patrones que brillan como faros para los inversores. Este es uno de ellos. Cuando el selectivo estadounidense más seguido ha registrado subidas superiores al 5% en mayo, el rendimiento medio en los 12 meses siguientes ha sido del 20%. Para ponerlo en perspectiva, la media histórica del índice desde 1957 ronda el 9% anual.

“Aplicado al momento actual, eso implicaría un S&P 500 en 7.086 puntos en mayo de 2026, frente a los 5.912 actuales. Es una predicción simple, pero con mucho respaldo empírico”, señala Jennewine.

Además, el índice se encuentra actualmente merodeando sus máximos históricos. Una perforación clara de esos niveles situaría al S&P 500 en subida libre, el mejor escenario técnico posible para cualquier activo financiero. Sería el equivalente bursátil de correr cuesta abajo con el viento a favor.

RIESGOS QUE NO SE PUEDEN IGNORAR

Pero incluso el sol más brillante puede ocultar nubes en el horizonte. La historia es una guía, no una garantía. Y si bien el escenario alcista tiene argumentos de peso, los riesgos también abundan.

Uno de los más relevantes es el alto nivel de deuda pública en Estados Unidos, que sigue escalando sin freno. “Una deuda soberana en máximos históricos limita el margen de maniobra fiscal y puede presionar al alza los tipos de interés a largo plazo, lastrando así el valor de las acciones”, advierte Jennewine.

Otro factor es el nivel de valoración actual del mercado. Con ratios como el PER (precio-beneficio) del S&P 500 por encima de su media histórica, algunos analistas temen que los inversores estén pagando demasiado por expectativas optimistas.

LA AMENAZA DE LOS ARANCELES: UN JUGADOR INVISIBLE

Además, no hay que subestimar el impacto de la política comercial. Donald Trump, en su regreso al poder, ha desplegado una ofensiva arancelaria sin precedentes. La tasa media de impuestos a las importaciones en EEUU ha subido hasta el 12,1%, su nivel más alto desde los años 40.

“El problema no es solo el impacto directo sobre los precios, sino la incertidumbre que genera en el comercio global. Hoy el mundo teme que las tarifas frenen el consumo, la inversión y, por extensión, el crecimiento”, señala Jennewine.

A pesar de todo, la economía estadounidense resiste. En abril, la inflación cayó a su nivel más bajo desde 2021, y se espera un crecimiento del PIB del 3,8% en el segundo trimestre. Un equilibrio frágil que obliga al inversor a estar informado y actuar con precisión.

¿QUÉ DEBEN HACER LOS INVERSORES AHORA?

En este entorno de luces y sombras, ni la euforia ni el inmovilismo son buenas estrategias. Para Jennewine, la clave está en adoptar un enfoque equilibrado: “Los inversores prudentes deben construir posiciones de liquidez por encima de la media para aprovechar futuras correcciones, pero también seguir comprando acciones de alta convicción a precios razonables”.

La gestión activa del riesgo, junto a una vigilancia constante de los niveles técnicos, es ahora más esencial que nunca. Si el S&P 500 logra consolidar por encima de sus máximos, el impulso alcista podría intensificarse. Pero si falla en el intento, podríamos ver un ajuste brusco de las valoraciones.

UNA HISTORIA AÚN POR ESCRIBIR

El mercado no lanza certezas, pero sí señales. Y la que hemos recibido este mayo es de esas que no pasan desapercibidas. Siete veces en casi 70 años. Siete veces que el S&P 500 ha subido más de un 5 % en mayo. Y en las siete, ha cerrado el año siguiente por encima. No es una promesa, pero sí un patrón que merece ser observado.

“En bolsa, nada está garantizado, pero ignorar la historia suele ser más peligroso que seguirla”, sentencia Trevor Jennewine.

Con el índice a las puertas de su techo histórico, la próxima jugada puede marcar el rumbo de todo el segundo semestre. Y tal vez, de todo el próximo ciclo alcista. ¿Será este el inicio de una nueva escalada? El telón está subiendo. El guion, como siempre, lo escribirá el mercado.


BOLSA y MERCADOS