De 11.600 a 16.000 puntos en solo diez meses: los factores que han catapultado al Ibex 35
La bolsa española vive un 2025 histórico. El Ibex 35 ha escalado desde los 11.600 puntos de enero hasta superar los 16.000 enteros, firmando máximos nunca vistos y encarrilando el mejor ejercicio del siglo.

Un avance que ha devuelto al mercado nacional al centro del mapa bursátil global tras más de una década de transición, cuando la referencia europea parecía estar en otras plazas. Hoy, el índice patrio vuelve a marcar el paso.
La idea que se extiende entre los inversores es que el selectivo ha roto un techo psicológico… y no parece querer mirar atrás.
DE LA CAUTELA AL ENTUSIASMO INVERSOR
Hace apenas un año, el escenario dominante era el del miedo a la recesión, con dudas sobre la capacidad de Europa de sostener el crecimiento. Hoy, la película es otra. La inflación se ha moderado sin un daño severo al empleo, el PIB europeo se ha comportado mejor de lo esperado, la Fed prepara una hoja de ruta de recortes de tipos y el panorama energético se ha estabilizado.
La desaparición de algunos riesgos “duros” y la mejora real de beneficios empresariales han provocado un giro emocional de calado: el mercado ya no se conforma con aguantar; quiere seguir sumando. Y el dinero está regresando a Europa tras años de infraponderación.
LA BANCA, LA GRAN LOCOMOTORA DEL RALLY
El sector financiero, que supone un 36% del índice, ha actuado como un motor de combustión continua. Los grandes bancos -Santander, BBVA, CaixaBank y Sabadell- han sorprendido por su eficiencia, la elevada rentabilidad sobre capital y el mantenimiento de márgenes atractivos. Los inversores internacionales, necesitados de valoraciones más baratas y rentabilidades tangibles, han encontrado aquí un aliado claro.
Además, la banca española ha hecho bandera de un mensaje: crecer sin perder disciplina. Esa percepción de “seguridad rentable” ha funcionado como ancla para el Ibex 35.
INDRA: EL COHETE ESPAÑOL
La historia de Indra merece capítulo propio. En un año donde la defensa y la digitalización han sido temáticas dominantes, la compañía ha sabido situarse en la vanguardia estratégica. Crece en ingresos, mejora márgenes, ejecuta adquisiciones selectivas y se beneficia del renovado interés por la soberanía tecnológica y defensiva de Europa.
El mercado reconoce su transformación: ya no es una tecnológica cíclica, sino un referente, con el aval del Gobierno, capaz de ganar contratos globales y atraer capital especializado. Para muchos gestores internacionales, ha sido la oportunidad del año.
LOS GRANDES MOTORES DEL IBEX EN 2025
Junto al músculo financiero y tecnológico destacan sectores de negocio real y caja estable: energía, infraestructuras e industria. Repsol e Iberdrola combinan renovables con negocios maduros; ACS y Ferrovial se apoyan en la expansión internacional y concesiones de largo plazo; Acerinox o ArcelorMittal aportan ciclicidad positiva.
“España ha encontrado su fórmula: innovación que sorprende, banca que sostiene y energía que protege”, indican varios expertos. El resultado: un índice con más capas de crecimiento de lo que se percibía hace solo unos trimestres.
LAS MAYORES SUBIDAS DEL AÑO: INDRA REINA EN EL PODIO
Sin tener en cuenta los dividendos, este es el podio actual del selectivo español.
Top 10 del Ibex 35
1.- Indra: +189,58%
2.- Solaria: +92,71%
3.- Santander: +90,64%
4.- Unicaja: +83,05%
5.- BBVA: +81,97%
6.- Acciona: +74,79%
7.- CaixaBank: +69,02%
8.- Bankinter: +67,54%
9.- Sabadell: +67,39%
10.- Mapfre: +65,99%
La banca domina la clasificación, con seis valores entre los diez primeros. E Indra se convierte en rara avis: a estas alturas del año, multiplica casi por tres su valor.
NO ESTAMOS SOLOS: WALL STREET Y TOKIO TAMBIÉN RUGEN
El espectacular despliegue del Ibex 35 se enmarca en una celebración bursátil global. En Estados Unidos, por ejemplo, tanto el S&P 500 como el Nasdaq-100 han marcado máximos históricos, impulsados por gigantes de la inteligencia artificial, fortaleza del consumo y unos beneficios empresariales que siguen batiendo expectativas. Allí, la narrativa dominante es la de la economía que desafía los ciclos.
Y si miramos hacia Oriente, el Nikkei 225 japonés ha roto por fin los récords de hace más de tres décadas, aquellos de los tiempos de la burbuja inmobiliaria. La incorporación de flujos extranjeros, el auge de empresas industriales de nicho y los cambios en el gobierno del país han devuelto a Tokio a los titulares financieros.
En este contexto de bonanza sincronizada, el selectivo español no es un invitado de rebote: es uno de los protagonistas globales, codeándose con los más fuertes.
EL RETORNO OCULTO: LOS DIVIDENDOS DUPLICAN LA RENTABILIDAD
Los titulares se los llevan los puntos del índice, pero los números completos cuentan otra historia: el Ibex 35 Total Return, en el que se incluye la reinversión de los dividendos, ofrece una fotografía aún más poderosa: +124% desde 2008.
Aquí, nombres como Ferrovial, Rovi o Amadeus, entre otros muchos, han sido clave para la rentabilidad de largo plazo. La conclusión es clara: España paga por esperar.
¿HASTA DÓNDE PUEDE LLEGAR EL IBEX?
El consenso mantiene la confianza, pero añade una nota de prudencia: las expectativas apuntan a 16.300–16.500 puntos a corto plazo. No sería un salto tan vertical, pero sí una validación del nuevo nivel alcanzado.
“Si la mejora económica se mantiene, veremos niveles más ambiciosos”, señalan algunos analistas. Aquí, el papel de la banca seguirá siendo determinante.
RUMBO AL CIELO… PERO MIRANDO AL SUELO
Sin embargo, no todo es euforia. Varias gestoras introducen matices. Es el caso de Mutuactivos, quien alerta del sesgo de rebaño y de un exceso de complacencia
Igualmente, Allianz GI y JPMorgan AM avisan de valoraciones más exigentes y riesgo de ajuste técnico
Por tanto, el mensaje parece claro: el éxito exigirá ahora más disciplina y una adecuada selección de títulos.
CONCLUSIÓN: EL IBEX 35 VUELVE A CREER EN SÍ MISMO
España vuelve a ser percibida como una bolsa atractiva, rentable y sólida. Hay motores reales, beneficios sostenidos, flujos nuevos y una confianza renovada. Tras años a remolque, el Ibex 35 ha recuperado algo más que puntos: ha recuperado autoestima.
Ahora, el reto es demostrar que esta vez el salto no es un espejismo, sino el inicio de un ciclo más duradero.



