Cinco razones por las que las bolsas están ignorando la (nueva) crisis de Francia
La caída del Gobierno de François Bayrou, tras perder la moción de confianza en la Asamblea Nacional, ha vuelto a poner a Francia en el centro de la incertidumbre política europea. Sin embargo, los mercados bursátiles han reaccionado con una sorprendente calma. Los expertos apuntan hasta cinco motivos por los que los inversores mantienen la serenidad pese al ruido político en París.

1. La continuidad institucional de Macron
Para Samy Chaar, economista jefe y CIO de Suiza de Lombard Odier, el relevo de Bayrou no cambia lo esencial: “Los problemas políticos y fiscales de Francia no desaparecerán con un cambio de primer ministro. Sin embargo, no prevemos que una crisis política se convierta en una crisis financiera”. Chaar recuerda que la balanza por cuenta corriente está equilibrada, Macron asegura un mínimo de continuidad y el Banco Central Europeo (BCE) actúa como respaldo.
2. Un impacto contenido en deuda pública
En la misma línea, ING señala que el verdadero damnificado es el esfuerzo de consolidación fiscal, pero que la reacción del mercado sigue limitada a los bonos franceses. “Pensamos que los rendimientos de los bonos del Tesoro de Francia (OAT) no se estrecharán de forma significativa desde aquí, mientras que el potencial alcista sigue siendo considerable”, destacan. Sin embargo, incluso con la posibilidad de nuevas elecciones legislativas, la entidad no espera “una explosión de los diferenciales ni un shock más amplio en el sentimiento de riesgo” mientras Macron continúe en el Elíseo.
3. Negociaciones presupuestarias difíciles, pero no críticas
El análisis de Julius Baer, a través de su jefe de análisis de renta fija Dario Messi, subraya que el núcleo de la crisis está en el presupuesto. “Es importante señalar que cualquier nuevo candidato debe estar en una buena posición para afrontar las duras negociaciones presupuestarias, que son la principal causa de la actual crisis política”, explica. En este punto, TD Securities coincide en que el calendario presupuestario está comprometido: el borrador de 2026, previsto para el 7 de octubre, difícilmente se entregará a tiempo a Bruselas. Según la firma, lo más probable es una prórroga especial del presupuesto de 2025 para mantener el funcionamiento del Gobierno hasta que se alcance un acuerdo.
4. Una prima política ya descontada
Messi añade que la incertidumbre ya está reflejada en los precios: antes de la moción de confianza, el diferencial OAT-Bund a 10 años ya se había disparado hacia los 80 puntos básicos. TD Securities apunta, además, que tras la caída de Bayrou el diferencial abrió más estrecho, pero el proceso de sucesión podría prolongarse entre “3 días y 3 meses”, manteniendo a Bayrou en funciones. En su opinión, lo más probable es que se convoquen elecciones y que Fitch rebaje la calificación crediticia o coloque a Francia en vigilancia negativa este mismo viernes, algo que consideran también mayormente descontado.
5. El colchón de la política monetaria
Finalmente, tanto Lombard Odier como ING coinciden en que el papel del Banco Central Europeo es clave para que la tensión política no derive en una crisis financiera. El BCE actúa como red de seguridad para la deuda francesa y, pese al ruido político, los inversores siguen viendo a París como un emisor solvente en el contexto europeo.



