Buffett desafía la moda tecnológica. ¿Sabe algo que el mercado desconoce?
En tiempos en los que la inteligencia artificial marca el ritmo de los mercados, Warren Buffett ha decidido desmarcarse del entusiasmo colectivo.
El hombre que convirtió la paciencia en un arte está vendiendo parte de su posición en Apple, el mayor activo tecnológico de su cartera. Y lo hace justo cuando la mayoría de analistas predican el mensaje opuesto: “comprar y mantener”. ¿Ve el veterano inversor algo que el resto no alcanza a ver?
BUFFETT SE DESPRENDE DE SU JOYA MÁS BRILLANTE
Durante casi una década, Apple fue el buque insignia de Berkshire Hathaway. Buffett la convirtió en su apuesta más rentable desde Coca-Cola: llegó a representar la mitad de las inversiones bursátiles del conglomerado. Pero desde 2023, algo está cambiando.
Primero vendió una pequeña parte. Luego, en 2024, redujo la posición en casi 489 millones de acciones. En 2025, volvió a hacerlo. Hoy, el gigante de Cupertino pesa menos de un 24% en su cartera, la mitad que en sus tiempos de esplendor.
Para algunos, el movimiento es desconcertante. “Buffett no actúa por impulsos; cuando se mueve, lo hace con una lógica interna que a veces solo él entiende”, comenta Keith Speights, experto de The Motley Fool. En un mercado dominado por la inteligencia artificial, el inversor más célebre del mundo parece decir: calma, no todo lo que brilla es algoritmo.
WALL STREET, EN CAMINO CONTRARIO
Mientras Buffett reduce, la mayoría de bancos de inversión sube el tono optimista. Wedbush, a través de su analista Dan Ives, mantiene una visión alcista sobre Apple y prevé un alza del 26% para los próximos doce meses, impulsada por la demanda del nuevo iPhone 17. Morgan Stanley coincide. El banco incrementó recientemente su precio objetivo hasta situarlo en los 298 dólares por acción.
El consenso, según S&P Global, es claro: solo tres de los 48 analistas recomiendan vender. “Apple sigue siendo un valor con visibilidad, marca y poder de ejecución”, sostienen desde Morgan Stanley.
Entonces, ¿por qué el Oráculo de Omaha decide nadar contra la corriente?
LAS POSIBLES CLAVES TRAS LA DECISIÓN
La respuesta no parece estar en la tecnología, sino en la fiscalidad y en la sucesión. En la última junta anual de Berkshire, Buffett reconoció que el futuro podría traer “mayores impuestos sobre las plusvalías”, y deslizó que parte de las ventas podrían responder a “una cuestión de prudencia fiscal”.
Además, su relevo ya tiene nombre: Greg Abel. Y todo apunta a que el veterano inversor quiere dejarle liquidez suficiente para futuras adquisiciones.
“Buffett prepara la siguiente etapa de Berkshire con la misma calma con la que ha gestionado las anteriores”, apunta Speights.
No sería la primera vez que el millonario vende un valor excelente por razones que van más allá de su cotización. Lo hizo con IBM y con parte de Coca-Cola en los noventa, siempre por motivos de gestión, nunca de pánico.
APPLE SIGUE SIENDO SU FAVORITA
Conviene recordarlo: Buffett no ha roto con Apple. Sigue siendo su mayor posición y, según él mismo admitió, la única conferencia trimestral que escucha es la del grupo de Tim Cook.
“Cook ha hecho ganar a Berkshire más dinero del que yo le he hecho ganar nunca”, reconoció el propio Buffett ante sus accionistas.
Un elogio que desarma cualquier rumor de ruptura emocional con la compañía. Lo que hay detrás, quizá, es un ejercicio de disciplina. En un mercado dominado por la euforia de la IA, Buffett demuestra que incluso los gigantes tecnológicos necesitan un punto de racionalidad.
CONCLUSIÓN: EL ARTE DE ESPERAR
Mientras Wall Street sigue aplaudiendo el presente de Apple, Buffett parece estar mirando más allá del próximo trimestre. Quizá no sepa algo que los demás ignoren; quizá, simplemente, recuerde lo que todos tienden a olvidar: que el valor y el precio no siempre viajan juntos.
Y ahí reside su genialidad. En medio de la euforia tecnológica, el Oráculo de Omaha sigue fiel a su credo más simple y más difícil: comprar con cabeza, vender con propósito y esperar con paciencia.
