Bank of America se rinde a esta gasista: "Su potencial alcista es del 27%"
¿Quién dijo que el gas natural era cosa del pasado? Mientras los focos siguen centrados en la inteligencia artificial o en la fiebre renovable, en las entrañas del subsuelo americano, una compañía centenaria se prepara para una segunda juventud bursátil.

Al menos, así lo creen en Bank of America, cuyos estrategas lo tienen claro: National Fuel Gas Company (NFG) es ahora una "compra clara", con un potencial alcista, que, según la firma, ronda el 27%.
UN CAMBIO DE GUION: DE "INFRAPONDERAR A "COMPRAR"
Bank of America no solo ha cambiado de opinión sobre NFG. Ha realizado un doble salto mortal en su recomendación: de considerar que el valor lo haría peor que el mercado a recomendar "comprar" con decisión. Y no es un matiz menor: además ha elevado su precio objetivo de 85 a 107 dólares, lo que deja un suculento margen del 27,3% desde su último cierre.
“Desde que la compañía adquirió el Eastern Development Area (EDA) a Shell en 2020, la productividad no ha dejado de mejorar”, señala Kalei Akamine, el autor del informe.
Según los últimos datos, la producción está un 16% por encima de las expectativas que manejaba la propia dirección de la empresa.
EFICIENCIA Y CRECIMIENTO: LAS CLAVES DEL ATRACTIVO
En un mercado cada vez más competitivo, el secreto de NFG está en su receta de crecimiento eficiente. Akamine anticipa que la producción en el EDA crecerá un 5% anual, muy por encima del 3% que espera el consenso de analistas. Todo ello con una ventaja extra: la compañía gastará un 10% menos en perforación y completación de pozos. En tiempos de inflación y presiones sobre el capital, este dato es oro para los inversores.
No menos importante es su inventario: NFG cuenta con una duración de reservas casi el doble que la de sus competidores. Esto, en la jerga energética, significa estabilidad y margen para negociar acuerdos a largo plazo, algo cada vez más valorado en un entorno de suministro energético incierto.
UNA POSICIÓN ESTRATÉGICA PARA EL FUTURO
El optimismo de Bank of America no solo se basa en el rendimiento actual de la compañía, sino en su potencial estratégico. El propio Akamine apunta a que NFG podría ser una de las grandes beneficiadas en caso de que proyectos como el Millenium PRO o el Constitution desbloqueen nuevas vías de exportación hacia Nueva York.
“El crecimiento de volumen es estelar”, resume el citado economista, subrayando que pocas compañías están tan bien posicionadas para capturar el próximo ciclo alcista del gas natural.
UNA PERLA ESCONDIDA EN WALL STREET
Pese a todo, NFG sigue siendo un valor relativamente ignorado en Wall Street. De los seis analistas que cubren el valor, solo dos, incluido el de Bank of America, recomiendan "comprar", mientras que tres mantienen una postura neutral con un simple “mantener”.
Sin embargo, el mercado ya empieza a mover ficha: en lo que va de año, la acción ha subido un 38%, pulverizando el modesto 6% del S&P 500 en el mismo periodo.
CONCLUSIÓN: ¿EL MOMENTO DE ENTRAR?
Puede que el gas natural no tenga el glamour de la tecnología punta, pero la historia de NFG recuerda que en la bolsa, a veces, el mayor potencial está en los rincones menos obvios. Si Bank of America tiene razón, este veterano del sector energético podría tener aún mucho que decir en los mercados.
Como diría un viejo sabio de Wall Street: “los grandes retornos suelen estar donde menos miramos”. Y hoy, en el subsuelo del gas natural, empieza a sonar un rumor alcista que los inversores harían bien en escuchar.



