Banco de España: el impacto de los aranceles será limitado y menor que en la eurozona
El acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Estados Unidos es una de las grandes noticias de la jornada. Los compromisos y las cesiones de Bruselas no gustan a algunos analistas, que consideran que desequilibra el trato en favor de Washington. Con todo, el Banco de España (BdE) considera que el impacto de los aranceles de Estados Unidos en la economía española no será tan grande como en la eurozona.
En un reciente artículo publicado en el blog oficial del organismo, los expertos del BdE consideran los efectos serán muy desiguales entre los Estados miembros de la UE. Pese a que la tasa será homogénea para los Veintisiete, la influencia de las tarifas en la economía dependerá en gran medida del peso del comercio bilateral con Estados Unidos y del tipo de productos que exporta cada país.
En el caso de España, el organismo señala que el déficit comercial de España con Estados Unidos es "insignificante": llegó al 0,6% en 2022, pero el año pasado cayó al 0,003% del Producto Interior Bruto (PIB). En 2024, el comercio total de bienes y servicios de España con EEUU representó el 4,4% del PIB (2,2%, tanto en exportaciones como en importaciones).
Por un lado, las exportaciones de bienes supusieron un 1% del PIB, unos 16.168 millones de euros, mientras que las importaciones de bienes estadounidenses ascendieron al 1,7% del PIB español (26.779 millones). Este déficit comercial, señala el BdE, se ha ido abultando en los últimos años. Con estas cifras, Estados Unidos es el sexto país de destino de exportaciones de bienes (4% del total) y el quinto en términos de importaciones (6% del total).
No obstante, los servicios equilibran la balanza. Las exportaciones de España al otro lado del Atlántico representaron el 1,2% del PIB, unos 19.042 millones de euros, frente a un 0,5% en importaciones, 8.472 millones. Según el BdE, Estados Unidos es el cuarto destino de nuestras exportaciones de servicios y es el tercero en términos de importaciones. Predominan los servicios no turísticos, que supusieron el 68% de las exportaciones de servicios y el 80% de las importaciones de servicios en 2024, principalmente en los sectores que se detallan en el esquema.
EL PAPEL DEL TURISMO
En este contexto, el turismo es y será un actor clave en esta relación comercial. Actualmente, las exportaciones de turismo a EEUU (ingresos por los viajes a España de residentes estadounidenses), supusieron el 0,4% del PIB (6.148 millones) en 2024, una "notable" diferencia con las importaciones (viajes a EEUU de residentes en España), que supusieron un 0,1% del PIB (1.709 millones).
EEUU es el cuarto país en ingresos por turismo y el sexto en llegadas de turistas a España. "Más de 4 millones de turistas estadounidenses visitaron España en 2024, consolidando su tendencia creciente, y ya suponen un 5% del total de llegadas", señala el Banco de España.
Por si fuera poco, estos turistas tienen un gasto medio mayor por viaje (2.113 euros en comparación con 1.345 euros del resto de turistas) y se quedan más días en el país (8 frente a 7 días).
Además, prefieren destinos como Cataluña, Madrid y Andalucía, en lugar de las islas Canarias y Baleares, y viajan en diferentes épocas del año, no solo en verano.
EFECTOS MENORES DE LO TEMIDO
En cuanto a los efectos, el Banco de España cree que habrá un efecto negativo claro sobre el comercio bilateral, aunque también afectará al resto de países.
En primer lugar, el organismo señala que habrá un impacto directo sobre las exportaciones de sectores afectados, ya que, al encarecerse las exportaciones en destino, se reducirá su demanda. Ello provocará efectos indirectos, "principalmente a través de nuestros socios europeos", debido a las cadenas globales de valor; por ejemplo, las partes de automóviles que se fabrican en España tendrán menos demanda por parte de los fabricantes.
Finalmente, el comercio de servicios se vería afectado, tanto por su vinculación con el comercio de bienes (debido por ejemplo al transporte internacional de mercancías), como por los posibles impactos negativos sobre el turismo derivados del tipo de cambio (el dólar se ha depreciado notablemente) o de la incertidumbre.
No obstante, el BdE tiene claro que el impacto será mucho menor en España que en la eurozona. En concreto, el organismo estima que la caída del PIB en el conjunto de los países que han adoptado el euro será cuatro veces mayor que en España. Por el lado de la inflación, los efectos serán reducidos, especialmente en España. Además, añade, estos efectos negativos "palidecen" con los estimados para Estados Unidos.
