ASOS se hunde en bolsa tras prever beneficios en la parte baja del rango estimado
La textil británica ASOS ha caído con fuerza este martes en la Bolsa londinense (-4,78%) tras advertir que sus ganancias anuales quedarán por debajo de las previsiones del mercado, lastradas por la debilidad de la demanda y la presión competitiva. La compañía anticipa que sus beneficios se situarán en el extremo inferior de la horquilla de entre 130 y 150 millones de libras de las previsiones.

Aunque ASOS estima un crecimiento interanual del beneficio superior al 60%, gracias a mejoras de márgenes y a la disciplina en costes, reconoció que el valor bruto de la mercancía será inferior al estimado, debido a su estrategia de centrarse en “ventas de mayor calidad”.
La empresa, muy popular entre compradores veinteañeros, ha estado intentando recuperar atractivo en el segmento de la moda rápida mientras recorta gastos para hacer frente a la creciente competencia de rivales chinos y al impacto de los aranceles estadounidenses. Reino Unido continúa siendo su mercado principal, aunque Estados Unidos representa ya cerca del 10% de las ventas.
De cara a 2026, ASOS reafirmó sus objetivos en materia de beneficios y flujo de caja libre, apoyados en medidas de ahorro significativas implementadas entre marzo y septiembre.
UNA EMPRESA EN TRANSFORMACIÓN
Desde AJ Bell subrayan que ASOS, uno de los grandes ganadores de la pandemia, atraviesa ahora un panorama mucho más complejo: “Parte de sus dificultades actuales se deben a problemas internos y a no haber sabido reforzarse cuando el mercado era favorable”.
La firma de inversión reconoce avances, como la reducción de inventarios y costes, así como la implementación del modelo 'Test & React', que le permite adaptarse rápidamente a las tendencias. También destaca el relanzamiento de la marca Topshop, que podría aprovechar la creciente nostalgia por los años noventa y dos mil.
Sin embargo, AJ Bell advierte de que ninguno de estos pasos compensa el hecho de que ASOS espera ingresos por debajo de las expectativas y necesita establecer objetivos realistas para recuperar credibilidad en el mercado. Además, los cambios en los hábitos de consumo, con los jóvenes alejándose de la moda rápida para apostar por la segunda mano en plataformas como eBay y Vinted, suponen un reto añadido para el minorista británico.



