Asia cierra a la baja tras los aranceles a Corea del Sur, la decisión de tipos del BOJ y los malos datos chinos
Las bolsas asiáticas cierran en su mayoría en rojo tras un aluvión de referencias macroeconómicas y varios anuncios arancelarios por parte de Donald Trump, que ha impuesto un "tarifazo" del 15% sobre todas las importaciones de productos procedentes de Corea del Sur en Estados Unidos, así como un arancel del 25% y una "sanción" adicional a todos los productos de India.

El Nikkei japonés se desmarcó de la mayoría de selectivos y repuntó algo más de un punto porcentual. En China, el Shanghai Composite despidió la sesión con caídas del 0,9%, mientras que el Hang Seng de Hong Kong cedió un 1,5%. Las caídas fueron más contenidas en el S&P/ASX 200 australiano, en el Kospi surcoreano y en el Nifty 50 indio.
En primer lugar, los inversores hacen frente a los datos del índice de gestores de compras, o índice PMI, de China. Por un lado, el PMI manufacturero del gigante asiático decepcionó a la baja, cayendo desde los 49,7 puntos hasta los 49,3 enteros, mientras que el PMI no manufacturero experimentó una corrección similar, al menguar desde los 50,5 puntos anteriores hasta los 50,1 de julio. El consenso esperaba que estas referencias se situaran en 49,7 y 50,3 puntos, respectivamente.
ARANCELES
En segundo lugar, los inversores digieren los ya mencionados aranceles de Estados Unidos. Este miércoles, el presidente Donald Trump anunció un arancel universal del 50% a las importaciones de cobre, así como nuevas tarifas a países como Brasil (del 50%, por el procesamiento del expresidente Jair Bolsonaro) y a otras naciones asiáticas.
En primer lugar, Trump impuso un arancel del 25%, así como una "sanción" adicional no detallada, a India por lo que considera políticas comerciales injustas y por las compras de equipo militar y energía a Rusia. Con todo, la tasa arancelaria del 25% es ligeramente inferior a la que impuso a India en el "Día de la Liberación", cuando anunció una tasa del 26% a este importante socio comercial. Cabe señalar que India recientemente se ha convertido en el primer exportador de teléfonos inteligentes a EEUU.
Por otro lado, el presidente estadounidense anunció un acuerdo con Corea del Sur para aplicar un arancel general del 15% a las exportaciones del país asiático. Este gravamen también se aplicará a las importaciones de coches surcoreanos, que inicialmente se enfrentaban a un arancel del 25%, al igual que el resto de los productos procedentes de Corea del Sur.
Asimismo, Trump también afirmó en su cuenta en la plataforma Truth Social que Corea del Sur invertirá 350.000 millones en empresas "en propiedad y bajo el control de Estados Unidos y seleccionadas por mí como presidente". El secretario de Comercio, Howard Lutnick, ha asegurado que "el 90% de los beneficios" irán a parar a manos del "pueblo estadounidense". Trump también dijo que, como parte del acuerdo, Corea del Sur comprará 100.000 millones de dólares en gas natural licuado (GNL) y otros productos energéticos de EEUU.
No obstante, la interpretación de Seúl es bien distinta. Según explicó el presidente surcoreano Lee Jae-myung, los 350.000 millones de dólares “servirán para facilitar la entrada activa de empresas coreanas en el mercado estadounidense en industrias donde tenemos fortalezas, como construcción naval, semiconductores, baterías secundarias, biotecnología y energía”. Además, el presidente indicó que 150.000 millones se destinarán a la "cooperación en construcción naval, brindando un sólido apoyo a las empresas coreanas que ingresan a la industria estadounidense del sector", antes de añadir que "es importante lograr resultados mutuamente beneficiosos, no solo perseguir ganancias unilaterales".
En declaraciones a CNBC tras el anuncio del acuerdo, Louise Loo, jefa de economía para Asia en Oxford Economics, afirmó que las cifras anunciadas "no aportan mucha claridad, al igual que los acuerdos que EEUU alcanzó con otros socios asiáticos". Otros estrategas señalan que el acuerdo prácticamente anula el tratado de libre comercio entre ambos países vigente desde 2012.
Asimismo, otros expertos destacan que el compromiso de inversión es similar al que llegó con Japón. Según Trump, Japón se comprometió a invertir 550.000 millones de dólares en el país, mientras que Tokio señaló que las ganancias de sus inversiones se dividirían entre países según su nivel de contribución.
EL BOJ NO SE MUEVE
Por otro lado, el Banco de Japón (BOJ, por sus siglas en inglés) decidió mantener las tasas de interés en el 0,5% por cuarta reunión consecutiva y por decisión unánime.
Por otro lado, el BOJ ha aumentado sus perspectivas de inflación. Ahora, la institución prevé que la inflación subyacente para el año fiscal actual –que finaliza el 31 de marzo de 2026– sea del 2,7% en lugar del 2,2% anterior. Para el año fiscal 2026 y el año fiscal 2027 eleva las estimaciones de inflación hasta el 1,8% y el 2% desde el 1,7% y el 1,9% anteriores, respectivamente.
Asimismo, el organismo dirigido por Kazuo Ueda ha advertido que subirá las tasas oficiales si la economía y los precios se mueven en línea con sus previsiones, al tiempo que ha indicado que ve la inflación dirigiéndose a su objetivo del 2%.
En este sentido, el BOJ dijo que hubo "desarrollos positivos" en las políticas comerciales, como el acuerdo alcanzado con Estados Unidos. El organismo también ha indicado en el informe que la incertidumbre en torno al impacto de la política comercial de EEUU "sigue siendo alta", una visión menos pesimista que en mayo, cuando afirmaba que la incertidumbre era "extremadamente alta". También ha señalado que los riesgos para el panorama de precios estaban “aproximadamente equilibrados”.
El Banco de Japón subió por última vez las tasas al 0,5% en enero, después de comenzar el año pasado a deshacer décadas de política monetaria muy expansiva. Desde entonces, el BOJ ha resistido aumentar las tasas nuevamente, ya que la incertidumbre sobre las perspectivas de crecimiento del país y el impacto de los aranceles en el comercio global han pesado sobre su panorama.
La decisión del organismo se produce después de que la Reserva Federal (Fed) decidiese mantener las tasas sin cambios y dejara la puerta abierta a una bajada en septiembre. No obstante, las declaraciones del presidente Jerome Powell, que considera que lo efectos de los aranceles no se han mostrado por completo, ha moderado el optimismo de los inversores.



