Adiós a Nvidia: la nueva apuesta de Tepper en la guerra de chips de IA
¿Qué hace un inversor contracorriente cuando el mundo entero apuesta por Nvidia y AMD? David Tepper, el legendario gestor de Appaloosa Management, no solo ha respondido: ha cambiado la baraja.

Mientras Wall Street sigue hipnotizado por los gigantes de las GPU, Tepper ha empezado a cargar su cartera con Broadcom, un gigante menos vistoso pero con una carta oculta en el tablero de la inteligencia artificial.
TEPPER SUELTA LASTRE EN NVIDIA Y AMD
Tepper, que ha amasado una fortuna y un historial de rentabilidad del 28% anual desde 1993 (muy por encima del 10,6% del S&P 500), no teme salirse del rebaño. A finales de 2023, tenía posiciones significativas en Nvidia y AMD, dos colosos que lideran el mercado de chips gráficos para inteligencia artificial. Sin embargo, en el primer trimestre de 2025, vendió por completo su participación en AMD y redujo su exposición a Nvidia hasta un exiguo 3% respecto a mediados de 2023.
¿Por qué? “Los centros de datos están empezando a demandar algo más que pura potencia gráfica”, explica Adam Levy, analista de The Motley Fool. “Tepper ha detectado un cambio estructural: la era de los chips personalizados ha comenzado”.
ASIC: EL CHIP A MEDIDA QUE DESAFÍA A LAS GPU
Las GPU, diseñadas inicialmente para videojuegos, se convirtieron en la piedra angular del boom de la IA. Pero la flexibilidad tiene un coste: el consumo energético y la falta de especialización frente a tareas concretas. Por eso, gigantes tecnológicos como Meta y Google están desarrollando sus propios ASIC (application-specific integrated circuits), chips diseñados para optimizar funciones específicas, como el entrenamiento y la inferencia de modelos de lenguaje.
“Los ASIC son el equivalente a un traje hecho a medida frente a la ropa de confección que ofrecen las GPU”, resume Levy. Y Broadcom es el sastre detrás de muchos de esos trajes.
La compañía estadounidense no solo está ayudando a Meta y Google a diseñar sus propios ASIC. Además, lidera el mercado de chips de redes, un segmento crítico en los centros de datos para garantizar que los flujos de información entre chips sean tan rápidos como eficientes. “Si pagas miles de millones en chips de IA, no puedes permitirte que se queden parados por una red lenta”, subraya Levy.
LA VERSATILIDAD COMO ESCUDO ANTE LA VOLATILIDAD
Pero la jugada de Tepper no es solo una apuesta por la IA. Broadcom ofrece algo que Nvidia y AMD no pueden igualar: diversificación. Su negocio de software empresarial, con VMWare a la cabeza, le proporciona un colchón de ingresos más estables frente a la volatilidad del mercado de chips.
“No se trata solo de perseguir la próxima ola tecnológica, sino de hacerlo con un paracaídas”, afirma Levy. Aun así, no todo es perfecto: Broadcom cotiza con un PER (precio sobre beneficios) en torno a 40 veces sus ganancias estimadas, similar al de Nvidia y algo más barato que AMD. “El potencial está ahí, pero la acción sigue siendo cara. Quizá convenga esperar una corrección para entrar con mayor margen de seguridad”, advierte el analista.
UNA APUESTA PACIENTE PARA EL INVERSOR ESTRATÉGICO
La gran ventaja de Broadcom está en el largo plazo. Si los ASIC acaban dominando los centros de datos, como predicen muchos expertos, la compañía tendrá una posición privilegiada tanto en diseño de chips a medida como en infraestructura de red. Eso sí, el crecimiento no será tan explosivo como el de Nvidia, pero sí más predecible.
Para Levy, “seguir la pista a Tepper nunca es mala idea, pero con Broadcom hablamos de un maratón, no de un sprint bursátil”. El inversor que busque estabilidad con exposición al futuro de la IA encontrará en esta acción un valor a tener en el radar... siempre que el precio dé un respiro.
Conclusión: La estrategia de David Tepper nos recuerda que en bolsa no siempre gana quien sigue la corriente, sino quien sabe cambiar de río antes de que baje seco. Con Broadcom, el veterano gestor ha apostado por la inteligencia artificial con cabeza... y con red de seguridad. Quizá sea hora de que más de un inversor siga su brújula antes de que el mercado le marque el paso.



