Citi ve al S&P 500 en 7.700 puntos el próximo año, con un rally más amplio y volátil
Citi espera que la renta variable estadounidense siga subiendo en 2026, aunque en un entorno más volátil y exigente en términos de fundamentales. En su informe US Equity Strategy: 2026 Outlook – A Persistent But Volatile Bull (Estrategia de renta variable de EEUU: perspectivas para 2026 – un mercado alcista persistente, pero volátil), la entidad fija un objetivo base para el S&P 500 de 7.700 puntos el próximo año, apoyado en unos beneficios por acción del índice de 320 dólares, claramente por encima del consenso actual.
Según Citi, el mercado entra en el cuarto año del actual ciclo alcista, una fase en la que las subidas pueden prolongarse, pero suelen venir acompañadas de mayor dispersión y episodios recurrentes de volatilidad. El punto de partida de valoraciones elevadas supone un obstáculo adicional, aunque "no insalvable", ya que incrementa la presión para que los fundamentales respalden la evolución de los precios.
El punto de partida de valoraciones elevadas supone un obstáculo adicional, aunque "no insalvable"
El escenario central del banco contempla una ligera compresión de múltiplos, desde niveles cercanos a 25 veces hasta alrededor de 24 veces beneficios, compensada por un crecimiento sólido de las ganancias. En este contexto, Citi establece también un escenario alcista del S&P en 8.300 puntos, que incorpora un crecimiento aún más agresivo de beneficios y valoraciones algo más elevadas, y un escenario bajista en 5.700 puntos, que recoge un deterioro inesperado de los fundamentales y una compresión más acusada de múltiplos.
LA IA SIGUE, PERO CAMBIA EL FOCO
La inversión en inteligencia artificial (IA) continúa siendo uno de los grandes motores del mercado estadounidense, pero Citi anticipa un cambio gradual desde los grandes habilitadores de la IA hacia las empresas adoptantes y usuarias de esta tecnología en 2026. Este giro debería traducirse en un mayor énfasis en la productividad, con impactos más visibles en los resultados de un abanico más amplio de compañías.
El banco subraya que este proceso no será homogéneo y que la IA seguirá generando comportamientos muy idiosincrásicos, con ganadores y perdedores claros. Por ello, la dispersión en rentabilidades seguirá siendo elevada, incluso dentro del propio sector tecnológico.
MÁS PROTAGONISMO PARA EL RESTO DEL MERCADO
Uno de los mensajes clave del informe es la ampliación del rally más allá de las megacaps de crecimiento. Citi espera que en 2026 aumenten las contribuciones al crecimiento de beneficios desde otros sectores, especialmente value, cíclicos y compañías de pequeña y mediana capitalización, que parten de valoraciones menos exigentes y podrían beneficiarse de una convergencia en el crecimiento de resultados.
La entidad proyecta que el crecimiento agregado del beneficio del S&P 500 alcance en torno al 16% en 2026, sustentado tanto por la fortaleza continuada del bloque de crecimiento como por una mejora más generalizada del resto del índice.
TIPOS, DÓLAR Y RIESGOS
El escenario de Citi asume un entorno macro razonablemente favorable, con una Reserva Federal (Fed) más acomodaticia y una rentabilidad del bono estadounidense a 10 años en torno al 3,75% a finales de 2026. Este contexto ayudaría a sostener las valoraciones actuales, junto con un dólar que se fortalecería de forma gradual y un impulso fiscal positivo.
Citi dibuja un 2026 con oportunidades, pero también con fases de corrección que podrían generar puntos de entrada tácticos
No obstante, el banco advierte de varios riesgos: un deterioro inesperado del mercado laboral, una desaceleración más intensa del consumo, un repunte de los tipos de interés por encima de lo previsto o shocks geopolíticos difíciles de anticipar. Todo ello refuerza la idea de un 2026 con oportunidades, pero también con fases de corrección que podrían generar puntos de entrada tácticos.
En conjunto, Citi mantiene una visión constructiva pero prudente sobre la renta variable de EEUU: el ciclo alcista puede prolongarse, impulsado por beneficios y productividad, aunque con un perfil de volatilidad más acusado y una creciente necesidad de selección de valores en un mercado cada vez menos uniforme.
