Rem y Jachatur Kamarian: crecimiento de China en las últimas décadas
Los hermanos Rem y Jack Kamarian, han sido testigos de la asombrosa transformación de China en los últimos 16 años. Tras su primera visita en 2008, los Kamarian han regresado al gigante asiático en numerosas ocasiones, lo que les ha permitido presenciar de cerca los profundos cambios que han moldeado tanto la economía como la sociedad del país
Los hermanos Rem y Jack Kamarian, han sido testigos de la asombrosa transformación de China en los últimos 16 años. Tras su primera visita en 2008, los Kamarian han regresado al gigante asiático en numerosas ocasiones, lo que les ha permitido presenciar de cerca los profundos cambios que han moldeado tanto la economía como la sociedad del país
Educados en Londres en un internado con estudiantes de China continental y Hong Kong, desarrollaron una conexión profunda con la cultura china. Rem, tras finalizar sus estudios, fue aceptado en la Universidad de Hong Kong, reconocida como la mejor universidad de Asia, mientras que Jack decidió tomar un camino diferente, dedicando un año sabático a estudiar Kung Fu en Quanzhou, donde la disciplina y el esfuerzo fueron pilares fundamentales.
Durante sus primeros viajes, los hermanos Kamarian observaron un país lleno de contrastes. Mientras Hong Kong ya presentaba un alto nivel de desarrollo debido a la influencia británica, China continental mostraba disparidades significativas entre las grandes ciudades y las zonas rurales. Sin embargo, con el paso de los años, presenciaron una mejora exponencial en el nivel de vida, el poder adquisitivo y la infraestructura del país.
China ha logrado convertirse en el país con la mayor red de trenes de alta velocidad del mundo, conectando eficientemente las principales ciudades, lo que ha reducido la necesidad de usar métodos de transporte tradicionales como los autobuses nocturnos. Este desarrollo ha ido acompañado de mejoras en el respeto por las normas de circulación.
El compromiso del gobierno chino con la sostenibilidad también ha sido evidente en la lucha contra la polución, particularmente en las zonas urbanas del sur, como Shenzhen. Esta ciudad, que alberga a cerca de 20 millones de personas y es sede de las principales empresas de tecnología del mundo, se ha convertido en un ejemplo de movilidad sostenible.
Hoy en día, muchas de las costumbres que alguna vez fueron impactantes para un visitante occidental han desaparecido. La modernización tecnológica ha sido abrumadora, con avances como robots que entregan pedidos en hoteles y taxis sin conductor. Además, el uso del efectivo ha quedado obsoleto; todas las transacciones se realizan digitalmente, principalmente a través de plataformas como WeChat y Alipay.
A nivel empresarial, Rem y Jachatur Kamarian destacan que las fábricas que han visitado en China varían en niveles de sofisticación, pero muchas de ellas se han profesionalizado hasta niveles impecables. Este desarrollo ha sido posible, en gran parte, gracias a la colaboración entre el gobierno chino y su población, que se muestra orgullosa de los logros alcanzados en tan poco tiempo.
Los ciudadanos chinos están orgullosos de su historia y del inmenso progreso económico y social que han vivido en las últimas décadas. A pesar de no haber participado en ningún conflicto bélico desde 1979, China ha logrado posicionarse como una potencia mundial.
Fuente Comunicae