IMF Business School organiza una sesión de preguntas y respuestas en directo con Ágatha Ruiz de la Prada
IMF Business School inauguró un nuevo formato de evento llamado "Una pregunta para…", en el que la diseñadora fue la primera invitada. El objetivo de estas sesiones es conocer a personalidades de relevancia en diferentes sectores y acercarlas al público
IMF Business School inauguró un nuevo formato de evento llamado "Una pregunta para…", en el que la diseñadora fue la primera invitada. El objetivo de estas sesiones es conocer a personalidades de relevancia en diferentes sectores y acercarlas al público
Con el objetivo de conocer a personalidades de relevancia y acercarlas al público, IMF Business School organizó el pasado jueves un evento llamado “Una pregunta para… Ágatha Ruiz de la Prada” en el que tanto asistentes presenciales como virtuales pudieron preguntar a la empresaria y diseñadora sobre su sector, su carrera y todo lo relacionado con su faceta profesional. Boris Izaguirre, la presentadora Raquel Sánchez Silva o la directora de Moda de la revista S Moda, Natalia Bengoechea, fueron algunos de los ‘entrevistadores’ de la diseñadora y empresaria.
El acto estuvo moderado por Ton Pernas, coordinador del MBA de Moda de IMF Business School, quien acompañó a la diseñadora en las más de 30 cuestiones que contestó en apenas 1 hora y media. Carlos Martínez, presidente de IMF Business School, fue el encargado de clausurar el acto.
Ágatha Ruiz de la Prada admitió ser una mala estudiante y reconoció que de haber obtenido mejores notas habría estudiado Arquitectura. Además, contó cómo fueron sus comienzos con tan solo 20 años junto a Pepe Rubio: “Éramos solo él y yo. Años que coincidieron con la movida madrileña, lo que puso el foco de todos en Madrid, ayudándome a que me conocieran, algo que de otra forma hubiera sido muy difícil. Siempre digo que estuve en el sitio indicado, en el momento oportuno. Aunque los principios son difíciles, también son brutalmente divertidos. Empezar es lo mejor”.
La diseñadora no dudó al confesar que no le gusta nada que la gente use pieles de animales, la moda de lo hortera y que la gente contamine y malgaste. “Vengo de una familia de ecologistas que me enseñaron a no malgastar y estoy convencida de que ése es el nuevo reto de la moda: la sostenibilidad. En mi generación hemos conseguido democratizarla, ahora es el momento de hacerla sostenible”, explicó.
La moda, que representa el 2,9% del PIB y el 4,3% del empleo de España según datos de la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (CESCE), como muchos otros sectores, se encuentra en constante transformación. Por eso la diseñadora admitió que “a veces para construir hay que destruir. Utilizo mis diseños para romper muchas veces con las cosas establecidas. Querer llamar la atención no es malo” añadió.
Además, se trata de un sector que aporta el 8,8% de las exportaciones españolas, dato que convierte a España en el quinto exportador europeo. Un valor que dejó claro la diseñadora: “Cuando yo empecé los diseñadores eran locales, ahora es imposible si no te planteas la internacionalización”.
¿Su inspiración? La mujer del hermano de su madre. De hecho, la consideró como una ”influencer de su época”. Ruiz de la Prada, que solo viste de negro en funerales, explicó que el tema de los influencers está aún por analizarse a fondo, ya que muchos se preguntan cuánto hay de verdad en este fenómeno. “Si al final el que más paga es el que más viste, será fácil: Chanel”.
Aunque conseguir la licencia de su perfume fue lo que más le costó, al preguntarle por cuál fue el momento más dura vivido en todos estos años señaló que fue a los pocos años de empezar. “Tenía 23 años y ya vendía en España a unas 200 tiendas, pero en esa época a la gente le costaba mucho pagar. Y me vi en un momento en el que debía dinero incluso al banco, pero no me ha vuelto a pasar jamás. Soy muy prudente después de haber vivido eso. Prefiero no vender o vender menos pero no deber”.
Solo en 2018 celebró 78 desfiles, y se reconoce como una gran admiradora de las pasarelas. “Antes fuera de París no había nada, después llegó Milán, Londres… He nacido para ir a una fashion week”.
Fuente Comunicae