El Cohousing rural, tendencia en auge para aquellos que buscan una vida sostenible y económica
Esta nueva manera de entender la vivienda, tiene como objetivo fomentar el disfrute del entorno rural y una vida sostenible compartiendo tanto la forma de vida, como los gastos entre diferentes personas creando así una comunidad
Esta nueva manera de entender la vivienda, tiene como objetivo fomentar el disfrute del entorno rural y una vida sostenible compartiendo tanto la forma de vida, como los gastos entre diferentes personas creando así una comunidad
El cohousing apareció en Dinamarca en los años 60 y se define como una comunidad intencional que busca que un conjunto de personas pueda vivir juntas, compartiendo espacios comunes, pero disfrutando también de su intimidad. Esta nueva tendencia de hogar facilita la interacción entre vecinos con grandes ventajas económicas y ambientales ya que comparten recursos, espacios y objetos.
En España uno de los mayores especialistas en cohousing es Buscomasia.com, empresa líder en la compra y venta de masías, casas de pueblo y fincas rústicas. Carlos Lloret, consejero delegado de la organización habla acerca de la demanda de esta tendencia en España, “ por la situación que se está viviendo con el coronavirus, son muchos clientes que llaman para asesorarse y ver propiedades que les puedan encajar para arrancar una comunidad. Posiblemente, en los próximos meses o años, los proyectos de cohousing serán una tónica habitual en el mundo rural español”. Además, afirma que perciben un gran aumento en la demanda de activos para este fin, pues cada vez más gente quiere vivir en entornos rurales y con un modo de vida saludable.
Es cierto que, para poder comenzar una comunidad con el fin de crear un proyecto de cohousing, el compromiso es lo más importante. Es muy frecuente que algún miembro de este proyecto pueda desistir en el proceso de compra de la vivienda por temor a cambiar su rutina de vida. Es por ello por lo que es aconsejable establecer un decálogo en el que se pueda reflejar el cómo, cuándo y dónde para evitar malentendidos en un futuro. Una buena iniciativa también es que los miembros hagan un depósito bancario de al menos el 10 o 15% del importe que tienen como límite para adquirir el espacio. Eso lleva a que el compromiso de cada individuo se pueda ver reflejado en acciones reales.
Para que una propiedad pueda ser apta para un proyecto de cohousing se deben tener en cuenta ciertos aspectos: que los miembros puedan disfrutar de espacios comunes pero que también tengan su intimidad. Desde Buscomasia.com ofrecen casas que aseguran a los integrantes un espacio individual privado si así lo desean. Esto no está reñido con compartir espacios comunes, pero garantiza la libre elección de cada uno de los miembros.
En referencia a los gastos económicos, todos se reparten entre los miembros de la comunidad. Por poner un ejemplo, Buscomasia.com tienen una masía en Sant Llorenç de Savall que cuenta con 90 hectáreas de campos y 2.500 metros cuadrados construidos. En esta propiedad podrían vivir 7 u 8 familias de dos miembros. Gracias al cohousing, la inversión no superaría lo que vale un pequeño apartamento en cualquier gran ciudad española. Además, y bajo esta fórmula, todos los gastos como el IBI o el mantenimiento general, se reducen drásticamente al estar divididos entre todos los miembros.
Según Carlos Lloret, la inversión en vivienda dependerá del tipo de propiedad que compren para el proyecto, pero concretamente en Cataluña la inversión suele rondar los 140.000 euros por persona/pareja y a eso se le debería sumar las obras que se precisen para la adecuación del espacio.
Fuente Comunicae