Sánchez admite que se planteó dimitir y anuncia un plan contra la corrupción con 15 medidas
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a pedir perdón por los casos de corrupción en su partido como ya hiciera cuando se dieron a conocer. En el Pleno del Congreso de los Diputados, donde ha ido a "rendir cuentas", ha reconocido que llegó a plantarse la dimisión y convocar elecciones.

"He considerado la dimisión y las elecciones anticipadas. Me pareció la solución más sencilla para mí y para mi familia", ha dicho durante su intervención, "pero comprendí que tirar la toalla no es nunca una opción. Vamos a continuar".
Sánchez ha asegurado que subía a la tribuna "con una sensación de decepción, conmigo mismo y con aquellos en quienes nunca debí confiar" en referencia a José Luis Ábalos y Santos Cerdán.
"Es evidente que me equivoqué" en confiar en ellos, "como persona que los nombró tengo responsabilidad y la asumo". Por ello, el presidente se ha comprometido a "asumir" su "responsabilidad" pero, "sobre todo, a proponer medidas para que algo así no vuelve a suceder".
"Sé que no son días fáciles para los grupos que apoyaron mi investidura, pero voy a estar a la altura, voy a satisfacer sus expectativas de regeneración y a cumplir los compromisos que tengo con ellos", ha añadido.
Sobre las medidas concretas, Sánchez ha anunciado que el Gobierno va a presentar un plan estatal de lucha contra la corrupción con 15 medidas "de importante calado" que se ha diseñado conjuntamente con la OCDE y que "supondrá el mayor impulso a la prevención de la corrupción que se ha hecho en las últimas décadas en España".
"Si queremos acabar con la corrupción, tenemos que perseguir a los corruptos, pero también tenemos que hacerlo con los corruptores. Porque detrás de cada mordida, hay alguien que recibe, pero también hay alguien que paga", ha remarcado.
Entre estas medidas, Sánchez ha detallado que toda persona que acuda a la Fiscalía o a la Policía a denunciar un caso de corrupción "contará con garantías plenas de confidencialidad y apoyo legal". Además, se creará una Agencia de Integridad Pública Independiente que "asumirá las funciones claves de prevención, supervisión y persecución de prácticas corruptas".
También se reforzarán los controles a los partidos políticos para garantizar "total transparencia". En este sentido, el presidente ha propuesto la obligación de realizar auditorías externas a aquellos partidos con financiación pública superior a los 50.000 euros, profundizar en la transparencia en las donaciones y financiación privada, y la probación de una Ley de Transparencia e Integridad.
A las empresas corruptoras se les incluirá en "listas negras" para impedir que puedan seguir contratando con la administración pública. "Es inaceptable que haya empresas que sistemáticamente con diferentes modificaciones de contratos en administraciones no sean detectadas y no tengamos información para detectarlo", ha dicho Sánchez, añadiendo que "vamos a endurecer las penas, duplicaremos los plazos de preinscripción y aumentaremos las multas" a las empresas, no calculándolas sobre los beneficios obtenidos sino sobre sus ingreso anuales.
Como término a su intervención, el presidente del Gobierno ha remarcado que se va a "cumplir hasta la última coma de este plan. Para demostrarlo hemos acordado un sistema de seguimiento y evaluación que dará cuenta de lo avanzado a los 12 y 24 meses con la OCDE que emitirá un dictamen técnico".



