Gobierno y Generalitat pactan el nuevo modelo de financiación singular para Cataluña
La estructura del nuevo modelo de financiación singular para Cataluña ha dado su primer paso tras el pacto entre el Gobierno central y la Generalitat. Sin embargo, aún queda que el texto pase por varios filtros para que salga completamente adelante. Y parece que no será fácil.

Por el momento, las bases de la propuesta de financiación no cuentan con los respaldos suficientes: ni en Cataluña ni en el Consejo de Política Fiscal y Financiera ni en el Congreso de los Diputados.
No obstante, desde el Ejecutivo central tienen su calendario. Así, el pacto se aprobará "en breve" en el Consejo de Ministros y el objetivo es debatirlo tras el verano en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, mientras que irá al Congreso a partir de septiembre, donde tiene que ser aprobada cualquier reforma de financiación autonómica.
"Hay acuerdos que exigen modificación de leyes orgánicas y también hay acuerdos que exigen, lógicamente, la manifestación expresa, bien del Consejo de Política Fiscal y Financiera, como de las Cortes Generales", afirmaba este lunes el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, durante la rueda de prensa tras la firma del acuerdo, asegurando que "la voluntad del Gobierno es que el acuerdo se termine materializando".
Pero, ¿qué supone este pacto? Lo primero que hay que tener en cuenta es que el acuerdo responde al compromiso entre ERC y el PSOE a cambio de la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat.
Aunque los plazos y las cifras aún no se han definido, y tampoco qué tributos y qué porcentaje de estos tributos se queda cada una de las dos Administraciones, el nuevo modelo de financiación singular recoge que la administración catalana sea la que recaude los impuestos y transfiera una parte al Estado, dejando, primera vez, el protagonismo de la recaudación a Cataluña.
Un nuevo modelo que no solo ha sido diseñado para esta comunidad, sino que representa un esquema generalizable a otras regiones. Además, se basará en los ingresos de las comunidades autónomas y no en el gasto como hasta ahora.
"El Gobierno lo que está garantizando es que tiene la voluntad de que tengamos un sistema de financiación actualizado", añadía Torres.
HACIA UN MODELO TRIBUTARIO FEDERAL
Los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) creen que con este pacto "se han puesto las bases de un modelo tributario federal, en medio de un contexto convulso en la AEAT" y sostienen que la gestión tributaria federal responde a la decisión de la Ministra de Hacienda para que todas las CCAA de régimen común alcancen mayor capacidad normativa y de gestión del IRPF.
Según sus cálculos, con este acuerdo, cuando la Agencia tributaria de Cataluña (ATC) asuma la recaudación de 27.590 millones del IRPF en Cataluña, pasará de recaudar 5.238 millones de sus impuestos cedidos y propios a gestionar 38.238 millones en 2026, seis veces más. Y tendrá que devolver 2.737 millones a los declarantes catalanes, así como reintegrar al Estado la parte que se acuerde de la cuota estatal del IRPF.
En su opinión, "el Gobierno de España tendrá que emplearse en una intensa negociación multilateral para acordar el cambio del modelo de financiación autonómica, realizar un diseño impecable de las modificaciones legales necesarias para ceder la gestión del IRPF sin tacha de inconstitucionalidad y recabar los apoyos parlamentarias para su aprobación".
Además, ven que "la actual crispación política complicará la negociación del nuevo modelo de financiación autonómica, que debe asegurar la suficiencia financiera del gasto regional y la solidaridad territorial, especialmente en cuanto al criterio de ordinalidad, en relación con la corresponsabilidad fiscal para que los servicios públicos tengan niveles similares en todas las CCAA".



