Ana Botín, la inesperada aliada de Carlos Torres (BBVA) contra la operación Bankia
El levantamiento del secreto de sumario del caso BBVA-Villarejo ha acelerado los acontecimientos. Dentro de su estrategia para defenderse de la operación pactada por Gobierno y PNV para fusionar el banco con Bankia, Carlos Torres destituyó ayer a tres consejeros afines a Francisco González; su intención es convencer al BCE de que el banco actual es diferente al de FG. La tarea es complicada, pero ha encontrado un aliado inesperado, según fuentes conocedoras de la situación: Ana Botín.
Como dice el refrán, a río revuelto, ganancia de pescadores. Y el Santander quiere pescar en la mayor crisis de la historia del BBVA desde las cuentas opacas de Jersey que acabaron con el poder de Neguri en el banco. Según una de estas fuentes, "el Santander siempre ha querido comerse el BBVA. Ahora prefiere que se debilite con esta crisis y, eventualmente, salvarlo. Sin embargo, si se fusiona con Bankia se fortalece, lo que evitaría la compra; y no solo eso, sino que crearía un competidor formidable en España".
"La operación le encantaría al BCE, porque permitiría a Ana Botín hacer una ampliación de 15.000 ó 20.000 millones y pondría fin de una vez a los problemas de solvencia del Santander", añade otra fuente. "El BCE haría la ola a Ana Botín si se presenta con una operación así, saldría a hombros".
Ahora bien, el Santander no lo va a tener fácil porque la fusión con Bankia ya está acordada por Pedro Sánchez y el PNV, como adelantó Bolsamanía en exclusiva, y el BCE está impulsándola. "La maniobra del Santander convencería al BCE, pero le falta la pata política. Algo intentará ofrecerles, pero va a ser complicado que lo consiga porque la operación de Bankia está muy avanzada", según una de las fuentes.
TORRES APUNTALA SU DEFENSA
Con esta entrada de un jugador tan poderoso como el Santander, la batalla por el futuro de BBVA entra en una nueva fase y se fortalece la estrategia de defensa de Torres. Como ha venido informando Bolsamanía, por un lado, el presidente de BBVA rechaza la injerencia de los políticos en las empresas privadas (lo que dice el manual); y, por otro, asegura que no hay pruebas de su implicación en el espionaje de Villarejo, algo que el sumario conocido hasta ahora confirma.
Torres añade ahora una tercera pata a esta estrategia: la destitución de tres consejeros de la guardia pretoriana de González, incluyendo a José Manuel González-Páramo, su potencial sucesor en la presidencia si resultaba imputado y se veía obligado a dimitir. Con esta maniobra, pretende apuntalar su argumento de que el BBVA actual ya no es el de FG. Mantiene a otras dos consejeras afines al mentor de Torres, Lourdes Máiz y Susana Rodríguez, pero solo "de momento", según las fuentes citadas.
Se verá si la jugada cala en el supervisor europeo. Si no lo hace, quizá la intervención de su eterno rival sí consiga salvarle.
