Hong Kong sigue siendo un polvorín tras otra jornada de violencia
La violencia y los arrestos siguen siendo el denominador común en Hong Kong. Este fin de semana ha tenido lugar una nueva ola de detenciones en la ciudad que han reavivado las tensiones entre manifestantes y las fuerzas antidisturbios. La Policía respondió con gases lacrimógenos y proyectiles de goma.
El Muro de Lennon fue el gran protagonista. El momento de mayor tensión tuvo lugar cuando los que están a favor de Pekín empezaron a derribar los mensajes de los manifestantes.
Cabe recordar que las revueltas en Hong Kong han aumentado desde junio por una ley ya retirada que permitía enviar a ciudadanos a China para ser allí juzgados. Ahora, los manifestantes reclaman al Gobierno el sufragio universal en su Odisea particular por los derechos humanos.
Este sábado se cerró el metro de la ciudad ante la previsión de nuevas manifestaciones por motivos de seguridad. La ciudad sigue sitiada y no parece que las protestas estén cerca de un desenlace. La tensión viene de lejos. Hong Kong pasó a estar bajo el mandato chino en 1997 tras un pacto entre el gigante asiático y Reino Unido.
En aquel momento, los chinos se comprometieron con los británico a mantener el régimen de derechos y libertades disfrutado hasta entonces en territorio colonial.
