El Foro Económico Mundial prevé una "perspectiva predominantemente negativa para el mundo"

"A medida que nos acercamos a 2024, los resultados resaltan una perspectiva predominantemente negativa para el mundo durante los próximos dos años que se espera que empeore durante la próxima década", recoge el documento. Y las perspectivas son marcadamente más negativas en el horizonte temporal de 10 años.

En el informe de este año, el análisis se hace a través de cuatro fuerzas estructurales que darán forma a la materialización y gestión de los riesgos globales durante la próxima década. Se trata de trayectorias relacionadas con el calentamiento global y consecuencias relacionadas para los sistemas terrestres, de cambios en el tamaño, crecimiento y estructura de las poblaciones en todo el mundo, de vías de desarrollo de tecnologías de frontera y de evolución material en la concentración y fuentes del poder geopolítico.

En cuanto a la primera, el Foro Económico Mundial apunta a que los riesgos ambientales continúan dominando el panorama de riesgos y podrían llegar a un punto sin retorno. Dos tercios de los encuestados clasifican el clima extremo como el principal riesgo con mayor probabilidad de presentar una crisis material a escala global en 2024.

"La capacidad colectiva de las sociedades para adaptarse podría verse abrumada, considerando la magnitud de los posibles impactos y las necesidades de inversión en infraestructura, dejando a algunas comunidades y países incapaces de absorber los efectos agudos y crónicos del rápido cambio climático", dicen.

Respecto a la segunda fuerza, la polarización social figura entre los tres principales riesgos en el horizonte temporal actual y en el de dos años. Además, la polarización social y la recesión económica se consideran los riesgos más interconectados (y, por lo tanto, más influyentes) en la red de riesgos globales, como impulsores y posibles consecuencias de numerosos riesgos.

"Al surgir como el riesgo global más grave previsto para los próximos dos años, los actores nacionales y extranjeros aprovecharán la desinformación para ampliar aún más las divisiones sociales y políticas".

La tercera fuerza tiene que ver con las presiones económicas. La crisis del coste de vida sigue siendo una preocupación importante en las perspectivas para 2024. "A largo plazo, el progreso del desarrollo y los niveles de vida están en riesgo. Es probable que las tendencias económicas, ambientales y tecnológicas afiancen los desafíos existentes en torno a la movilidad laboral y social, bloqueando a las personas las oportunidades de ingresos y habilidades y, por lo tanto, la capacidad de mejorar su situación económica".

Por último, el informe de riesgo destaca que las tensiones geopolíticas latentes combinadas con la tecnología generarán nuevos riesgos de seguridad. El conflicto armado interestatal es un nuevo participante en las clasificaciones de mayor riesgo en el horizonte de dos años. En este entorno, las líneas entre el Estado, el crimen organizado, las milicias privadas y los grupos terroristas se desdibujarían aún más.

"La creciente internacionalización de los conflictos por parte de un conjunto más amplio de potencias podría conducir a guerras más mortíferas y prolongadas y a crisis humanitarias abrumadoras".

Finalmente, el Foro Económico Mundial hace referencia a las oportunidades de acción para abordar los riesgos globales en un mundo fragmentado. "Las estrategias localizadas que aprovechan la inversión y la regulación pueden reducir el impacto de esos riesgos inevitables para los que podemos prepararnos".

"Las acciones colectivas de ciudadanos, empresas y países individuales pueden parecer insignificantes por sí solas, pero en una masa crítica pueden marcar la diferencia en la reducción del riesgo global. Por último, incluso en un mundo cada vez más fragmentado, la colaboración transfronteriza a escala sigue siendo fundamental para los riesgos que son decisivos para la seguridad y la prosperidad humanas", afirman.